Aburrín vs El Chispa: una metáfora audiovisual para repensar el aprendizaje [1]
¿Qué nos dice el aburrimiento sobre nuestra forma de enseñar y aprender?
Cuando los bostezos se vuelven rutina, las respuestas se mecanizan y los “estoy aburrido” comienzan a escucharse como ecos en los pasillos… algo aparece. No es un error. No es una falla. Es una señal. Así nació Aburrín, una criatura simbólica que habita en muchas salas de clases. Y también, como respuesta necesaria, nació El Chispa, defensor del aprendizaje y la imaginación.
Este año, en la Escuela Artística Villa Las Peñas de Mulchén, desarrollé un proyecto performativo y audiovisual para reflexionar —desde el humor, la crítica y la creatividad— sobre el aburrimiento en la escuela y el poder transformador de la imaginación.
Mira el video aquí: https://youtu.be/nuwrMLVrdBY?si=PYahGtPmr6bqwViR [2]
La historia comienza con un aula sombría, donde Aburrín crece cada vez que un estudiante repite “me aburro”. Pero cuando todo parece perdido, irrumpe El Chispa, con energía, juego y preguntas provocadoras, transformando el conflicto en posibilidad.
Más que un simple video, esta experiencia fue una metáfora en movimiento, a través del Taller "De Aburrín a Chispa en tu Aula" que encontrarás más abajo (documento word editable), se puede llevar la discusión al consejo de profesores o en trabajo colaborativo, en donde reflexionar sobre nuestras prácticas pedagógicas:
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¿Qué hacemos con el aburrimiento en el aula?
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¿Cómo lo usamos como chispa para activar nuevas formas de enseñar y aprender?
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¿Qué rol juega la creatividad en la formación docente?
Desde lo simbólico hasta lo técnico, este proyecto busca abrir un espacio de diálogo urgente:
¿Y si el aburrimiento no es el enemigo… sino una oportunidad para reinventar el aula?