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La Responsabilidad

LA   RESPONSABILIDAD

 

                                Ser responsable   , es asumir las consecuencias de nuestras  acciones y decisiones; es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.

                                La responsabilidad y la irresponsabilidad son fáciles de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el joven que tiene bajas calificaciones,  en las personas que siguen dañando el medio ambiente.

                                 La responsabilidad es una obligación, legal o moral, de cumplir con lo que se ha comprometido; es un signo de madurez, pues el cumplir una obligación de cualquier tipo no es generalmente algo agradable, ya que implica esfuerzo y sobre todo una constancia que marque la pauta de que existe este valor.

                                La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental que es: la confianza .

                                Confiamos en aquellas personas que son responsables; ponemos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen lo que han prometido.

                                 La confianza , en una persona en cualquier tipo de relación (laboral, familiar o amistosa) es fundamental, pues es una correspondencia de deberes; es decir, yo cumplo porque la otra persona cumple; y esto nos ayuda a convivir en sociedad de una manera pacífica y equitativa.

                                 Los valores son los cimientos de nuestra convivencia social y personal. La responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de nuestras relaciones.  La responsabilidad vale, porque es difícil de alcanzar.

                                 La pérdida de la confianza termina con las relaciones de cualquier tipo: el joven  que a pesar de sus múltiples promesas sigue obteniendo malas calificaciones en el Colegio , el amigo que suele dejarnos plantados,  la persona  que sigue tirando la basura en la calle .

 

                                  El costo de la irresponsabilidad es muy alto y todas estas conductas terminarán con la relación tarde o temprano, dependiendo de nuestra propia tolerancia.

 

                                   Para mejorar nuestra responsabilidad debemos llevar a cabo tres simples pasos:

 

                                   El primer paso , es percatarnos de que todo cuanto hagamos, todo compromiso, tiene una consecuencia que depende de nosotros mismos. Nosotros somos quienes decidimos.

 

                                   El segundo paso , es lograr de manera estable, habitual, que nuestros actos correspondan a nuestras promesas. Si prometemos “hacer lo correcto” y no lo hacemos, entonces no hay responsabilidad.

 

                                   El tercer paso , es decirles a quienes están a nuestro alrededor ,  que sean responsables y que no tomen  la actitud más sencilla que es dejar pasar las cosas. Es el camino más difícil, pero que a la larga es el mejor. Aunque para eso es necesario educarnos primero a nosotros mismos.

 

                                   Vivir la responsabilidad no es algo cómodo, como tampoco lo es el corregir a un irresponsable. Sin embargo, nuestro deber es asegurarnos de que todos podemos convivir armónicamente y hacer lo que esté a nuestro alcance para lograrlo porque una vez alcanzado, los beneficios y satisfacciones son incalculables.

 

                                    Si todos hiciéramos un pequeño esfuerzo en vivir responsablemente, nuestra sociedad, nuestros países y nuestro mundo , serían diferentes.